TURISMO
A continuación encontrarás una reseña de los atractivos turísticos más visitados de la provincia de San Juan:
SPA Y TERMAS DE PISMANTA
Rejuvenecedoras y terapéuticas, las aguas termales de Pismanta brotan hacia el noroeste de la provincia de San Juan, en cercanías a Rodeo, Departamento Iglesia, sumando sus beneficios al apacible turismo del valle, y fortaleciendo con sus privilegios y servicios la sensación de tranquilidad y placer característica de la región.
Descritas como las mejores del mundo por sus extraordinarias virtudes terapéuticas, las aguas mesotermales del complejo de Pismanta, sulfatadas, alcalinas, bicarbonatadas, cloruradas, altamente desintoxicantes, y capaces de alcanzar los 42 grados, son especialmente recomendadas para el alivio de problemáticas como reumatismo y afecciones de la piel, artritis, ciática, gota y arterioartritis.
Baños termales; fangoterapia facial y corporal; masajes con algas marinas; sauna; ducha escocesa; baño turco, constituyen los mayores placeres a los que puede accederse en las Termas de Pismanta. Las cuales, privilegiadas por la naturaleza, y emplazadas en un marco de agradable paisaje y tranquilidad plena, aparecen como un perfecto paliativo del estrés.
Se encuentran enclavadas en el Departamento Iglesia, en el corazón de los valles y rodeadas por la precordillera y el macizo andino.
VALLE FÉRTIL
Centro turístico del Valle Fértil, la encantadora Villa San Agustín brota en el centro este de la provincia de San Juan, deslumbrando a los visitantes con su nutrida vegetación y su panorama serrano determinado a cada paso por una multiplicidad de cactus. Ciudad tranquila erigida al pie de las sierras, abre caminos hacia el norte y el sur tentando con sus privilegios naturales y las magníficas obras del hombre en sus tierras.
San Agustín del Valle Fértil es un inconfundible paraje sanjuanino de paisajes rústicos atrapantes, y habitantes cordiales y hospitalarios. Leyendas, testimonios, artesanías, platos típicos, todo refuerza el sostenimiento de la tradición que ya se ha hecho costumbre por estos pagos.
Tejidos y trenzados artesanales; museos de índole antropológica, arqueológica y mineralógica; oferta hotelera, gastronómica, deportiva; y nuevos establecimientos de turismo rural, en la modalidad de hospedaje y día de campo; conforman una cartelera turística a tener muy en cuenta.
Otros lugares del Circuito Valle Fértil
Tomando la ruta hacia el sur de Villa San Agustín, se llega a Las Tumanas donde, además de su deslumbrante entorno multicolor, se descubren huellas indígenas, pictografías y místicas ruinas jesuíticas. Por el mismo camino, tras varios kilómetros, surge el Santuario de la Difunta Correa, centro de peregrinaciones. Y desde allí, hacia el oeste, se alcanza la localidad de Caucete, importante zona agrícola y vitivinícola del este sanjuanino.
Pero aún falta señalar lo más apasionante del itinerario centrado en San Agustín del Valle Fértil: el trayecto que conduciendo hacia el norte lleva al Parque Provincial Ischigualasto, una extensión desértica que antiguamente fue un inmenso lago bordeado por vegetación. Más conocido como Valle de la Luna, este atractivo es postal distintiva del turismo en la provincia de San Juan atrayendo miles de visitantes. Lindante a este patrimonio natural, el Parque Nacional Talampaya situado del lado de La Rioja, constituye otra admirable vista panorámica del circuito que recorre Valle Fértil.
RODEO
Centro turístico del Valle de Iglesia y Jachal, la rústicamente bella Rodeo se alza al norte de la provincia de San Juan atrayendo a los amantes del turismo de tradición, descanso y placer. Acondicionado con una exclusiva infraestructura de hospedaje y servicios, este pueblo invita a recorrer los caminos que de él se desprenden accediendo así a los diversos atractivos y actividades esparcidos por el Valle.
En Rodeo, la naturaleza se conjura con las huellas que el hombre ha dejado plasmadas a lo largo del tiempo, conformando un entorno majestuoso que ningún visitante de San Juan puede dejar de conocer. Desde reservorios indígenas que delatan la vida hace cientos de años, hasta la construcción del imponente Dique Cuesta del Viento, que embalsa aguas cordilleranas embravecidas por el viento permitiendo la práctica de variados deportes náuticos, especialmente windsurf, Rodeo es una clara muestra de la posible unión de los extremos: serenidad y aventura.
Más allá de Rodeo
Álamos gigantes bordean los senderos de Rodeo haciendo aún más perceptible la sensación de tranquilidad que domina el Valle. Tranquilidad que se vuelve placer al alejarse apenas unos kilómetros para disfrutar de las rejuvenecedoras y terapéuticas Termas de Pismanta; y que, un poco más hacia el oeste, cautiva los sentidos con los deslumbrantes panoramas del Paso Agua Negra.
Y si lo que se busca es conocer la tradición y costumbres regionales, a unos 40 Kilómetros de Rodeo, San José de Jachal aguarda apacible y cordial dispuesto a develar en su recorrido toda la historia del lugar. Turismo cultural, rural, y de placer, Villa Iglesia también se suma a la propuesta anexando sus rústicas construcciones y sus atrayentes paisajes.
Pero los atractivos del circuito encabezado por Rodeo, principal localidad del Valle de Iglesia y Jachal, no se agotan en lo ya señalado. Pintorescos pueblitos como el poético Huaco, el aromático y artesanal Tudcum, y el natural Bella Vista, se incorporan a la cartelera como encantadoras opciones que ningún turista podrá hacer a un lado.
Desde Rodeo puede accederse también a otras localidades cuyos detalles engalanan el circuito. Ellas son Tamberías y Las Flores, en el Departamento Iglesia; y Villa Mercedes y Huerta de Huachi, en el Departamento Jachal.
BARREAL
Centro turístico del Valle de Calingasta, la apacible localidad de Barreal se alza al sudeste de la provincia de San Juan cautivando a los visitantes con la tranquilidad de su paisaje y la cordialidad de los lugareños. Pueblo de calles de tierra demarcadas por filas de rectos álamos, y engalanado por una fresca acequia con aguas de deshielos, Barreal invita a recorrer caminos cordilleranos disfrutando de la hospitalidad y la vasta oferta de actividades.
Poseedor de un clima excepcional, Barreal ostenta marcados contrastes que, junto a la imponente imagen de la precordillera, crea el espacio y las condiciones ideales para el pleno descanso del turista. Complejos de cabañas, hosterías y campings acompañan la paz de este territorio, mientras prestadores de servicios y excursiones tientan con apasionantes propuestas deportivas y de aventura. El encantador Paseo de los Enamorados, cuya meta es un corazón tallado donde Cupido adquiere forma; y el Museo Arqueológico, espacio donde se exhiben dos momias halladas en la zona; son los ineludibles destinos de aquellos visitantes que no quieren perderse nada.
Más que perfecto para agasajarse con unas vacaciones de placer alejadas del ajetreo citadino, Barreal constituye un cuadro paisajístico trazado por río, montaña y vegetación. Caminatas, cabalgatas, paseos en sulky, rafting, montañismo, pesca y safaris fotográficos son algunas de las actividades que pueden desarrollarse en este pedacito de San Juan, donde la serenidad sólo se rompe cuando los aventureros se lanzan a desafiar el viento disfrutando del carrovelismo.
En las afueras de Barreal
Hacia el norte, el Cerro Alkazar saluda majestuoso con sus formas irregulares y su policromía cediendo el paso a Villa Calingasta, poblado que seduce con su entorno esplendoroso, la exquisitez de sus platos tradicionales, los senderos por plantíos de manzanos, y la historia regional viva en sus antiguas edificaciones.
Hacia el sur, el paisaje sorprende ampliamente con la inmaculada planicie de El Barreal, utilizada como pista natural de carrovelismo; y con el cielo diáfano plagado de estrellas, panorama que fascina desde el Observatorio Astronómico situado dentro del Parque Nacional El Leoncito.
Por su parte, el refugio de vida silvestre Los Morrillos convoca desde el oeste de Barreal exhibiendo los encantos de la naturaleza preservada y el testimonio pictográfico de las cuevas que resguarda.
VALLE DE LA LUNA
Sorprendente paisaje desértico plagado de formaciones arcillosas, e impregnado de historia y geología, el Parque Provincial Ischigualasto, más conocido como Valle de la Luna, se extiende a lo largo de más de 60 mil hectáreas, a unos 300 Kilómetros de la ciudad de San Juan, arrogándose el papel de principal atractivo turístico de la provincia cuyana.
En el período Triásico de la Era Mesozoica, esta región constituía un inmenso lago, rodeado de frondosa vegetación, que funcionaba como hábitat de una gran variedad y cantidad de especies. En la actualidad, todo lo que puede verse es desierto. Un enorme, magnífico y multiforme desierto. Fue aproximadamente hace 60 millones de años que las masas rocosas de las Cordilleras de los Andes apretaron a la zona de Ischigualasto contra las Sierras Pampeanas (Valle Fértil), poniéndolas al descubierto y exponiéndolas a los agentes erosivos. De este modo, la naturaleza por sí misma ha tallado las más asombrosas siluetas que la mente humana ha relacionado con cosas de la vida cotidiana.
“El Gusano”, “La Esfinge”, “El Submarino”, “El Hongo”, son algunas de las más atrayentes formaciones del Valle de la Luna, destacándose aún más la casi inexplicable “Cancha de Bochas”, una superficie sumamente plana sobre la que yacen esferas perfectamente pulidas en forma circular, conformadas por el mismo material del suelo. El Valle Pintado, un entorno de suaves lomadas con capas de colores ocres, violáceos y gris ceniciento, donde se han hallado los restos fósiles más importantes; y el Paisaje Lunar, que encanta la mirada de todo aquel que se acerca a este sitio casi mítico; adicionan seducción al ya fascinante Valle de la Luna.
Bellezas inigualables, sensaciones indescriptibles, experiencias inolvidables, el atemporal Valle de la Luna, San Juan, resiste constantes mutaciones que lo tornan un espacio único siempre válido de volver a visitar.
Las Geoformas
Las geoformas constituyen los rasgos sobresalientes del paisaje del Valle de la Luna. Producto del desgaste diferencial de las distintas clases de rocas, estas extrañas y encantadoras formaciones reciben sus nombres de las relaciones que la mente humana ha hecho entre ellas y cosas de la vida cotidiana. Algunas de ellas se describen a continuación:
- Cerro Morado: constituido por grandes capas de basaltos, domina el paisaje con sus 1.400 metros de altura sobre el nivel del mar. Su observación, tanto desde el este como desde el oeste, lo asemeja, según la interpretación popular, a un indio acostado con la cabeza dirigida hacia el norte.
- Cancha de Bochas: consiste en una superficie sumamente plana sobre la que yacen esferas perfectamente pulidas en forma circular, conformadas por el mismo material del suelo. Aún no se comprende el proceso de conformación de esta maravilla.